jueves, 23 de julio de 2015

El Poder sin responsabilidad convierte a la Autoridad en ilegítima


En la noche de ayer y leyendo su Facebook me enteré que Santiago Marocchi se encontraba en su situación laboral con el Hipódromo de San Isidro en una situación por llamarla de alguna manera "irregular".

Me llamó poderosamente la atención porque si bien tengo que aclarar que no soy amigo de Santiago aprendí a respetarlo y ese respeto se lo ganó con trabajo. Como burrero y difusor de la actividad no puedo hacer otra cosa que resaltar la figura de Marocchi como la de un tipo que siempre se rompió el alma para darle un toque distintivo a las transmisiones del Hipódromo de San Isidro y es en gran parte responsable que el burrero distinga esas transmisiones como las mas completas. Si mal no recuerdo alguna vez leí que no venía del palo y siempre estuve atento a su constante superación para dar lo mejor de si mismo al servicio del Hipódromo.

Estoy por peinar 52 y a esta altura de mi vida me intereso mucho por las razones y las formas, sobre todo cuando se trata de salvaguardar la fuente laboral de una persona.

No me fue difícil darme cuenta cual había sido el "pecado" de Marocchi ya que el post en su facebook donde hace algunos días daba cuenta sobre el rumor de un doping positivo de Uomo In Frac fue borrado.

Carlos Rial, gerente de San Isidro (según lo hace público Santiago en su cuenta si bien no menciona el motivo puntual) le habría dicho: “Vos siendo la cara del hipódromo no podes poner información en tus redes sociales porque la gente lo lee como oficial. Ahora tenes que ir a asesoría letrada a realizar tu descargo”.

¿Dos mas dos es cuatro no? El hecho concreto es que a Marocchi a partir del sábado no le permitieron desempeñar las tareas que lleva adelante.

¿Se equivocó Marocchi? ¿Puso por encima su condición de periodista y no midió el disgusto que podría traer lo publicado en sus empleadores? Materia opinable pero si querés ponele que sí. Ante la gravedad de las consecuencias la magnitud de ese error es una estupidez. Una anécdota.

Sr. Carlos Rial. Si en mi trabajo estimo que alguno de mis  empleados se equivoca, me caliento pero tomo un café y expongo mis razones pero las fuentes de trabajo son como los ochos y los nueves en el truco: no se ponen en juego.

De por sí me resultan intolerables cuestiones relacionadas con el abuso de poder en el turf. Solo para citar algunos ejemplos recientes voy a mencionar la constante persecución de Hapsa hacia esta página; la vergonzosa designación al Latino de Blood Money por la exacta Piedrita/Maidana o la proscripción inaudita a Pablo Falero a participar de la terna al mejor jockey en la terna de las Distinciones Carlos Pellegrini.

Este hecho es infinitamente más grave porque pone en riesgo la continuidad laboral de un periodista que se ha brindado plenamente al hipódromo en el transcurso de nada menos que ocho años.

Tener poder implica también la responsabilidad de saber utilizarlo. Invito con respeto a los directivos de San Isidro a la reflexión para resolver este hecho.

El Poder de un individuo es un hecho circunstancial. La verdadera autoridad sólo se legitima con justicia.

Lopecito

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