jueves, 20 de noviembre de 2014

Una distinción que nos lastima


En la tarde de ayer Los Pingos de Todos volvió a ser la única manera de visualizar la reunión del Dardo Rocha por internet.

Más de 35.000 visitas sumó la página a lo largo de la tarde noche, sin embargo no tenemos motivos para festejar.

Sin la cobertura de ESPN y sólo dependiendo del acceso al canal codificado de turf, los burreros del país quedaron a merced de una conexión particular precaria, realizada a pura pasión y mucho pulmón para poder palpitar la fiesta máxima del Hipódromo de La Plata.

Pensar que Los Pingos pueda verse favorecido por esta circunstancia es una visión rastrera y de vuelo corto.

Nosotros somos burreros y el turf y los caballos de carrera están por encima de esta página y debería estarlo también por sobre interés personal dirigencial.

Es insólito que ya hace seis años La Plata no brinde un transmisión propia a través de la web. 

Y la televisación... ¡Ay la televisación!

Desconozco los motivos que llevaron a la dirigencia del Hipódromo para no prorrogarle el contrato a la firma Kavulakian, pero es conocido que es gente con experiencia en el tema y brindaba una transmisión de gran calidad.

Lo de ayer quedará grabado como una verdadera vergüenza. Arrancó sin audio y con interferencias. No se distinguieron las chaquetillas, los colores fueron borrosos y opacos y los relatos no embocaron una. Y no me meto en esta nota con el estado de la cancha y otras cuestiones.

Respecto a lo del relator... Con esas imágenes en el monitor seguir el malón es misión imposible. Pobre tipo. Encima le tiraron los 16 relatos  Seamos prudentes. No matemos al mensajero.

Para los directivos del Hipódromo el mismo es visto como una caja de la política. Para nosotros el turf es una industria pero por sobre todas las cosas una pasión. 

Ayer una vez más los improvisados de turno nos faltaron el respeto.

Lopecito

1 comentario:

  1. Muy buena síntesis de la jornada del Gran Premio Dardo Rocha-G1 con menor cantidad de público, pero por lejos, que se recuerde.

    La desidia y el deseinterés van en yunta con la improvisación, sobran caciques de onerosos salarios sin la menor idea de la materia hípica, y las consecuencias están a la vista.

    Pablo F. Gallo

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