jueves, 13 de agosto de 2015

En manos de Dios (Foto: Mago Duprat)


Esta tarde una vez más (y van…) la dirigencia del turf no estuvo a la altura de las circunstancias.

No haber suspendido la reunión en el Hipódromo de La Plata en una pista que era una verdadera invitación a la desgracia fue una irresponsabilidad absoluta.

¿Debe quedar la decisión de correr en manos de los propietarios y/o profesionales como sostienen algunos? Es ridículo y no resiste el menor análisis.

Es lo mismo que en medio de una toma de rehenes la policía en lugar de cercar la zona le diga a un tipo: “Si Ud. quiere pasar pase, pero si lo cagan de un tiro no es mi responsabilidad”.

Mientras Palermo y San Isidro tienen sus canchas en condiciones inmejorables, en el Bosque da miedo correr en la seca. En la fangosa es jugar a la ruleta rusa.

Los mismos dirigentes que tuvieron el coraje para bancarse “la que venga” con la escandalosa designación de Blood Money al Latino, cuando se trata de la vida de un animal o de un jockey gambetean la parada y como si fuesen un médico al cuidado de un enfermo terminal miran al familiar desesperado (la actividad) con cierta resignación.

- ¿Que podemos hacer doctor?

- Y… Estamos en manos de Dios.

Lopecito

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