Un
caballo de proporciones míticas que alcanzó dimensiones de ícono cultural. Conquistó
sus victorias durante la llamada Gran Depresión de los ‘30, cuando la sociedad
australiana necesitaba de un héroe en medio de la malaria, como los
norteamericanos necesitarían de Seabiscuit en la misma década y de Secretariat en
medio de la guerra de Vietnam. Phar Lap, uno de los grandes SPC de todos los
tiempos, legendario por sus hazañas en las pistas, su viaje a tierras
americanas y su muerte, temprana y
sospechosa.
Nació el 4 de Octubre de 1926 en
Timaru, Nueva Zelanda, hijo del británico Night
Raid y la neocelandesa Entreaty, y sería llevado a Australia a los dos años. El entrenador Harry Telford, por esos tiempos casi un indigente víctima de la gran depresión económica, creyó encontrar en él un futuro campeón. Así fue que acuciado financieramente recurrió a un hombre de negocios ruso nacionalizado norteamericano que residía en Sydney, David J. Davis, tratando de convencerlo para que comprara el potrillo. Supo que podría pagar hasta un máximo de 190 guineas, por lo que consideró un gran negocio que su hermano Hugh, quien lo había ayudado en las comunicaciones telegráficas, lo adquiriera por 160 (unos 130 dólares). Entusiasmado, recibió en Sydney, luego del viaje a través del Mar de Tasmania, un caballo que parecía cualquier cosa menos un proyecto de crack. Muy alto, torpe, delgado y con la cara llena de verrugas, no inspiraba confianza. Davis se enfureció cuando lo vio llegar, no quiso saber nada con poner más plata y, tratando de achicar gastos, acordó con Telford arrendárselo por tres años. En definitiva era un hombre de negocios que había hecho su fortuna con la fotografía y la importación de artículos domésticos, para él las carreras eran un pasatiempo.
Raid y la neocelandesa Entreaty, y sería llevado a Australia a los dos años. El entrenador Harry Telford, por esos tiempos casi un indigente víctima de la gran depresión económica, creyó encontrar en él un futuro campeón. Así fue que acuciado financieramente recurrió a un hombre de negocios ruso nacionalizado norteamericano que residía en Sydney, David J. Davis, tratando de convencerlo para que comprara el potrillo. Supo que podría pagar hasta un máximo de 190 guineas, por lo que consideró un gran negocio que su hermano Hugh, quien lo había ayudado en las comunicaciones telegráficas, lo adquiriera por 160 (unos 130 dólares). Entusiasmado, recibió en Sydney, luego del viaje a través del Mar de Tasmania, un caballo que parecía cualquier cosa menos un proyecto de crack. Muy alto, torpe, delgado y con la cara llena de verrugas, no inspiraba confianza. Davis se enfureció cuando lo vio llegar, no quiso saber nada con poner más plata y, tratando de achicar gastos, acordó con Telford arrendárselo por tres años. En definitiva era un hombre de negocios que había hecho su fortuna con la fotografía y la importación de artículos domésticos, para él las carreras eran un pasatiempo.
Phar Lap (una
traducción indicaría para estas palabras tailandesas el significado guiño del cielo, es decir relámpago) era
un alazán de gran altura que a lo largo de su vida tendría varios apodos. Los
norteamericanos lo llamaron The Red
Terror o The Wonder Horse, y
muchos australianos Big Red, mientras
la gente de su entorno usaba apelativos menos ampulosos. Para su jockey
habitual, Jim Pike, era Old Boy; para
su dueño D. J. Davis, Big Fellow, y
en el stud, el peón Tom Woodcock y entrenador Harry Telford lo llamaban
simplemente Bobby. Fue registrado
oficialmente como caballo de carreras en Sydney, en diciembre de 1928. No era
precisamente un lindo ejemplar, pero con su buen carácter supo ganarse
inmediatamente el cariño de su equipo y de sus seguidores, que con el tiempo se
convertirían en legión. Corriendo, se caracterizaba por tener un gran rush de velocidad, por lo que solía
venir entre los últimos en el desarrollo para desatar una violenta atropellada
sobre el final.
Sus
cuatro primeras actuaciones, en 1929, no fueron buenas: el 23 de Febrero debuta
con una U y sigue con 3 NP. A continuación logra su primera victoria, por ½ cpo
sobre 1200 mts. en el hipódromo de Rosehill y sigue su campaña, ya como tres
años, con dos cuartos, dos NP y un 2º puesto en el Chelmsford Stakes de
Randwik, carrera con la que empieza a dibujar una sólida campaña en el plano
clásico, ganando luego en forma consecutiva el Rosehill Guineas, el Australian
Jockey Club Derby, el Craven Plate y el Victoria Derby. Esta serie de
victorias, especialmente dos de ellas en 2’31”¼ los 2400, lo pusieron entre los
mejores del país para disputar la prestigiosa Melbourne Cup. Allí, sin poder
ser contenido por su jockey, trató de hacer las dos millas del tiro en punta,
pero finalmente quedó tercero de su hermano paterno Nightmarch y Paquito.
La Melbourne Cup
es una de las carreras
de caballos más famosas del mundo y excede largamente el ámbito del turf. Todos los
años, el primer martes de noviembre a las tres de la tarde los australianos
detienen sus actividades y se concentran en el clásico. El denominado Melbourne Cup Day figura
dentro de los acontecimientos culturales más importantes del país y es
oficialmente no laborable en la ciudad. La gran competencia, que por lo general
tiene un total de 24 caballos alineados en la largada, se corrió por primera
vez en 1861 en el Flemington Race Course y se organiza sin interrupciones desde
entonces en forma de handicap sobre una distancia de 3200 metros.
El 1º de
Noviembre de 1930, personas relacionadas con las apuestas intentan asesinarlo.
Su peón, Tom Woodcock, al regresar de un trabajo matinal junto a Phar Lap y
viendo que una persona enmascarada se aprestaba a disparar desde un auto, lo
puso contra un muro, protegiéndolo como si su propio cuerpo y el del caballo
que montaba fuesen un escudo. El coche finalmente huyó, y tanto el crack
neocelandés como sus compañeros resultaron ilesos. A partir de allí, el hijo de
Night Raid contaría con una vigilancia constante. Ese mismo día, por la tarde,
gana un clásico sobre 2000 metros, y tres días después del atentado conquista
la carrera más famosa de Australia por tres cuerpos sobre Second Wind en 3’27”¾ los 3200 llevando el
máximo peso de 62,50 kilos, cuatro más que cualquier otro competidor de cuatro
años en adelante que hubiera corrido la prueba. En esta carrera, problemas en
el motor del camión que lo transportaba hicieron que el grandote, gran
favorito, llegara al hipódromo de Flemington apenas una hora antes de la
largada. Dos días después gana otro clásico, sobre la milla en 1’37, y otros
dos días más tarde vuelve a vencer a Second Wind en 2’48”¼ los 2400. O sea que en una semana había sobrevivido a
un intento de asesinato y ganado cuatro clásicos del Carnaval de carreras de
Melbourne los días 1, 4, 6 y 8 de Noviembre sobre 2000, 3200, 1600 y 2400
metros respectivamente (¡increíble!). Por esos días vence el acuerdo de
arrendamiento entre Telford y Davis. Con generosidad, éste último le permitió
al entrenador comprar la mitad del caballo por £ 4000. Durante el resto de
su carrera, el alazán tendría dos propietarios.
Victoria en la Melbourne Cup 1930.
Luego de otra victoria sobre nueve furlongs, Telford lo anota en los 1400 del Fururity Stakes de Caulfield, pese a que el caballo casi nunca había rendido bien corriendo por debajo de la milla. Sería uno de sus mejores logros, una carrera en donde mostraría su extrema versatilidad, valentía y determinación. Sobre pista pesada y llevando el mayor peso de la competencia, después del pique llegó a estar una treintena de cuerpos detrás de sus rivales. Se pudo acomodar, pero dos veces tuvo que ser levantado por problemas de tráfico. Cuando por fin encontró el andarivel, parecía que ya era tarde para agarrar al casi seguro ganador Mystic Peak. Parecía. Lo terminó venciendo por el pescuezo.
Después de otros dos éxitos, Big Red finaliza
su campaña de cuatro años con un 2º puesto en el CM Lloyd Stakes de Flemington
sobre la milla. Llega al pescuezo del ganador pese a haber mostrado algunos
síntomas de cólico esa misma mañana.
Con su gente, días antes de emprender el gran viaje.
La
polémica por el viaje del crack todavía no se apaga. En aquel tiempo, el más
entusiasta defensor de la idea era Davis, tal vez por ser norteamericano y
tener el anhelo de volver allí. Por el contrario, muchos australianos se mostraban
temerosos de ver al alazán embarcado en semejante empresa, y hasta el propio
Telford dudaba. El periplo sería una aventura, llegaría a un nuevo continente
para correr en un medio y sobre una superficie que desconocía (en Australia siempre
había corrido sobre césped), con el agravante de viajar desde el invierno
australiano al gran calor de México. EEUU ofrecía un tentador circuito de
carreras, pero el principal incentivo estaba en los 100 mil verdes de premio
que ofrecía el Agua Caliente, un complejo casino-resort mexicano próximo a la
frontera con San Diego (varias semanas antes de la carrera, la bolsa se
reduciría a la mitad debido a la mentada Gran Depresión). El 20 de Noviembre de
1931 Phar Lap comenzó su travesía desde el puerto de Sydney a bordo del buque
Ulimaroa. Telford, que tenía otros ejemplares para entrenar, llamativamente no
acompañó al caballo que lo había hecho pasar
violentamente al frente y designó al peón Tom Woodcock como compañero de
viaje y entrenador, sabiendo que era una especie de agente de seguridad desde
que lo salvara del atentado. Entre quienes se reunieron para despedirlo,
seguramente pocos imaginaron que ésa sería la última vez que lo verían con
vida.
Como
se esperaba, el viaje fue una verdadera odisea que incluyó seis semanas de
vacaciones en Auckland para gran alegría de los neocelandeses, quienes no
olvidaban que el crack había nacido allí. Partieron en el Monowai, un barco
cargado de avena y heno suficientes para cubrir las necesidades de mucho
tiempo, con un establo especial construído en la cubierta. Woodcock prácticamente
no tuvo libertades atravesando el Pacífico, ya que Bobby empezaba a hacer lío apenas su joven amigo se ausentaba del
improvisado establo. Finalmente, el 15 de enero de 1932 desembarcaron en la
ciudad norteamericana de San Francisco. Nueva escala en el hipódromo de
Tanforan, y desde allí otros 6.400 kilómetros por tierra para llegar a Tijuana,
México. Phar Lap llegaba para enfrentar en los pagos de Emiliano Zapata a los
mejores caballos norteamericanos del momento, como visitante, y llevando el
peso máximo de la carrera cuando su reloj corporal le había empezado a hacer
crecer pelo de invierno.
Con Bill Elliot preparándose para la gran carrera.
Desde su llegada
a California, con los australianos ávidos de noticias respecto a su crédito,
todos los esfuerzos de Woodcock se habían centrado en poder aclimatarlo. Pocas
semanas antes de la prueba se agregó otra dificultad: Bobby tropezó con una piedra y se lastimó un casco. Algunos
pensaron en una maniobra para hacer subir el pagaría, pero la preocupación del peón-entrenador no dejaba dudas.
La lesión, tal vez motivo de retiro en cualquier otro caballo, obligó a
Woodcock a herrarlo con elementos más pesados que los utilizados normalmente,
que también servían para reemplazar el sector faltante. En vísperas de la
carrera, los hombres del turf norteamericano recordaban lo ocurrido ocho años antes: en 1923, el irlandés
ganador del Derby inglés Papyrus había viajado a Nueva York para un match
contra el mejor caballo de USA, Zev, en Belmont Park. El campeón británico no pudo
con la nueva pista y los cambios climáticos, siendo superado por cinco cuerpos.
Y llegó el día,
20 de Marzo de 1932, decimotercera carrera del programa. El crack maorí tiene
el Nº 9 en el mandil y las manos vendadas. Larga en el medio. Su jockey Billy
Elliot (que no tenía experiencias en América), había sido advertido para no
arrimarse demasiado a los palos y de esa manera evitar un cajón que le pudieran armar los demás jinetes. Después del pique
rápidamente levanta y lo pone penúltimo por afuera. Frenado, el grandote avanza
aparatosamente. Entrando en el primer codo del óvalo le va ganando a tres.
Ingresando al opuesto viene sexto y apurando, siempre por línea externa. Antes
del segundo codo está en la punta, y volcándolo lleva una luz de tres largos
sobre el segundo. Llegando al derecho final arrimado a las tablas, le han ido
estrechando diferencias. Reveille Boy sale a buscarlo, le plantea lucha y hasta
por un momento amaga dominar, pero Phar Lap lo despide y prevalece con
autoridad. Se impone por dos largos en el tiempo récord de 2’2”4/5, superando
en dos segundos el anterior registro. La transmisión radial desató el júbilo en
Australia, donde nunca antes habían experimentado tales emociones ante un
evento deportivo internacional. Elliot saltó de su montura y dijo por el
micrófono del locutor ¡Hola Australia
madre! ¡Esta es una gran victoria! Por la noche, en el casino de Agua
Caliente, entre australianos festejando vaso en mano amenizaba la reunión el
exitoso cantante Al Jolson. En ese momento Phar Lap llegó a ocupar el tercer
lugar por dinero ganado entre los caballos de todo el mundo.
Después de
esa carrera, fue llevado al Edward Perry’s Ranch de Atherton, cercano al Menlo
Park de California, para descansar, mientras sus dueños consideraban las
numerosas ofertas que llegaban para correr en distintos lugares de EEUU. Miles
de aficionados llegaron a verlo en su corta estadía allí. Davis también encaró
tratativas con gente de Hollywood que se le acercaba con la idea de hacer una
película sobre el caballo. Si bien había ciertas dudas respecto de su estado
después de la carrera, nada hacía pensar que poco después se desataría la
tragedia. El 5 de Abril de 1932 Woodcock se despertó y lo encontró enfermo, con
fiebre muy alta, grandes dolores e irregulares latidos del corazón. Su
condición empeoraba rápidamente, y el veterinario al que recurrieron, que
inicialmente logró una fugaz mejoría, finalmente no pudo hacer nada. Woodcock
trató de mantenerlo caminando en el establo, pero alrededor del mediodía, con
la cabeza en manos de su peón, Phar Lap murió.
La noticia comenzó a difundirse en
Australia alrededor de las 10:30 hs del día siguiente. Se rumoreó la
posibilidad de un envenenamiento cuando la primera autopsia demostró que tenía
el estómago y los intestinos muy inflamados. Una segunda centró la causa de
muerte en un cólico, probablemente por haber comido forraje húmedo. Hubo más investigaciones. Algunas de ellas probaron que los árboles del lugar donde se
alojaba Phar Lap habían sido desinfectados con arseniato de plomo, un
insecticida acaso ingerido por el caballo. Otras responsabilizaron a su peón,
quien pudo administrarle por negligencia u error una doble dosis de Fowler, un
medicamento con arsénico para estimular el apetito. Los dolidos australianos
sentían que el campeón había volado muy alto, tanto que los estadounidenses no
lo soportaron. Su presidente de entonces Joseph Lyon calificó como una gran
tragedia lo ocurrido y la prensa del país desbordó en elogios al crack,
refiriendo su fantástica valentía, resistencia y velocidad, y reviviendo
algunos de sus momentos de gloria en las pistas. Describían también su
naturaleza pacífica, su carácter simpático y accesible, y mostraban imágenes
del caballo jugueteando en la arena, compartiendo una manzana con su peón o
montado por el pequeño hijo de Telford.
La muerte fue un gran misterio durante
muchos años, siempre con la sombra de un complot para asesinarlo sobrevolando
las dudas, y hubo que esperar largo tiempo para conocer una versión sólida y
verosímil. En 2006, un cable de la agencia Reuters informaba: “Luego de 74 años se esclareció la muerte de
Phar Lap, un mito en Australia. (…) Un reciente análisis científico de restos
de su crin determinó que le suministraron arsénico, para evitar pérdidas millonarias
a corredores de apuestas ilegales.” Y la edición de La Nación del 27 de
Octubre de 2006: “Phar
Lap - Misterio revelado. Después de 70 años, el misterio quedó revelado.
Pruebas científicas determinaron que el crack australiano Phar Lap murió
envenenado por arsénico, tras recibir una sobredosis un día y medio antes de su
fallecimiento (…) Ganó 36 de sus 50 carreras en Australia, donde comenzó a ser
idolatrado, y otra apenas debutó en América. Los rumores de que había sido
envenenado siempre estuvieron vigentes, pero sólo ahora pudo determinarse que
el campeón murió por ingerir aquel veneno. La historia cuenta, también, que un
grupo de gángsters norteamericanos encargaron su muerte porque estaba hundiendo
a los tomadores de apuestas. Claro, esta parte de la historia aún no fue
comprobada.” Se
pudo llegar a estas conclusiones gracias a investigadores australianos que
trabajaron con un acelerador de partículas en base a muestras de las crines del
caballo conservadas desde su muerte. Pero el misterio seguirá rodeando la
estampa de este All Black de las
pistas. Quienes se muestras escépticos respecto de esta investigación sostienen
que en el proceso de taxidermia se pudo haber usado arsénico para preservar la
piel, con lo que habría que verificar en qué momento se obtuvieron las muestras
de crin. Y estudios posteriores estimaron que probablemente la muerte se debió
a una infección bacteriana frecuente en caballos que han viajado grandes distancias
o han estado sometidos al estrés. Para profundizar el enigma, una versión dice
que varios órganos del caballo fueron colocados en una caja metálica y
enterrados en un lugar secreto, cercano al terreno donde murió, que nunca ha
sido encontrado.
Ocurrida la
muerte del alazán, varias instituciones australianas telegrafiaron a los
propietarios solicitando la repatriación de los restos mortales del caballo.
Davis, con la aprobación de Telford, decidió lo siguiente: el corazón sería
enviado al Instituto Nacional de Anatomía en Canberra (en la actualidad Museo
Nacional), el esqueleto iría al Museo del Dominio de Wellington, en Nueva
Zelanda, su país natal, y la piel al Museo Nacional de Victoria en Melbourne,
ciudad donde Phar Lap había ganado muchas de sus mejores carreras. Davis había
oído hablar de una empresa de expertos taxidermistas en Nueva York, los
hermanos Jonas, y les encargó un trabajo que demoró cuatro meses y medio.
Durante los dos primeros los Jonas estudiaron los movimientos de un SPC en el
campo y prestaron gran atención al material fotográfico del campeón que les
fuera entregado como referencia. La forma básica se moldeó en acero, arpillera
y alambre, con una minuciosa atención al detalle. El trabajo ha sido reconocido
como uno de las grandes hazañas de la taxidermia moderna.
Embalsamado, Bobby emprendió el largo viaje de regreso. Primero tocó Sydney
(donde lo vio Tom Woodcock) y luego Melbourne. Davis permitió que fuera
exhibido en el teatro Capitolio durante dos semanas a finales de 1932. Luego
viajó otra corta distancia hasta su morada en el Museo Nacional de Victoria.
Allí permaneció durante casi setenta años, salvo una breve visita a Flemington
en 1980 para conmemorar el 50º aniversario de su victoria en la Melbourne Cup.
En 2000, fue trasladado al nuevo Museo de Melbourne.
En la autopsia, el corazón del
gran crack maorí presentaba un tamaño y un peso extraordinarios (14 libras,
algo así como 6,35 kg. cuando lo normal en un SPC indica 8.5 libras o 3.8 kg),
el más grande conocido hasta la muerte de Secretariat. A partir de él comenzó a
desarrollarse el estudio del llamado Factor
X o Cromosoma X, elemento muy
tenido en cuenta por genetistas y estudiosos del pedigree que relacionan el
tamaño del corazón con la capacidad corredora de los caballos.
Harry Telford había vivido
entre caballos, era un estudioso de la raza y manejaba algunos conceptos de
genealogía equina, pero llegó a pisar los 50 sin haber encontrado
el purasangre. Con los éxitos de Phar Lap logró mejorar ostensiblemente su vida y
la de su familia: para 1930 era dueño de varios SPC y de la propiedad Braeside
en la localidad de Mentone. Sus compromisos en ella le impidieron acompañar al
caballo en su excursión americana. Entrenó muy pocos ganadores luego de la
muerte del crack y finalmente tuvo que renunciar a la propiedad que había
comprado. Se retiró de las carreras en 1957 y falleció en 1960.
David
J. Davis se ganó muchos enemigos entre los australianos por apoyar el
viaje transoceánico del caballo. Pero también cierta deuda de gratitud, porque
fue gracias a sus gestiones que se hicieron los trabajos de taxidermia y Phar
Lap pudo volver a Australia.
Nacido en 1905, Tommy
Woodcock fue aprendiz de jinete a los doce años, pero pese a ser bastante
flaco, la altura que alcanzó en la adolescencia le impidió ser jockey. A partir
de allí utilizó su carácter apacible y natural afinidad con los caballos para
cuidar de ellos. Telford descubrió la particular relación que lo unía con Phar
Lap y lo contrató para trabajar con él a tiempo completo. Ambos compartían
cierta desconfianza por los entrenamientos rigurosos, prefiriendo un enfoque
más suave del training. No es difícil imaginar el golpe que significó la muerte
del caballo para Woodcock. De regreso a Australia recibió una licencia de
entrenador, ocupación que mantuvo hasta los 78 años. En 1979 donó varios de sus
recuerdos referidos a Phar Lap al Museo Victoria. Falleció en 1985, convencido
de que alguien había envenenado a su viejo amigo.
Jim Pike fue el jockey que
más veces corrió a Phar Lap, juntos conformaban un binomio temible que se
entendía a la perfección. Fue considerado como el mejor jinete de su
generación, y era muy popular pese a que un biógrafo lo describió “casi tan locuaz como una lápida”.
La vida del campeón mereció una película:
A Horse Called Phar Lap, de 1983,
film norteamericano dirigido por Simon Wincer.
Sus chaquetillas: en 1929 y
1930 roja, mangas blancas y negras, gorra roja. En 1931 y 1932 roja, mangas
rojas y verdes, gorra negra.
Tommy Woodcock,
el gran amigo de Phar Lap.
En esta fotografía
junto al caballo Reckless
antes de la disputa
de la Copa Melbourne de 1977
Foto: Bruce Postle
Links de interés:
Campaña. 51 corridas, 37 primeros, 3 segundos, 2 terceros. Ganancias por £ 56.425.- y US 50.000.- Se mantuvo invicto en los tiros de 1 ¼ milla (siete victorias); 1 ½ millas (ocho victorias), 1 ¾ millas (tres victorias) y 2 ¼ millas (una victoria). Sus triunfos obligaron a modificar las escalas de peso…
* Un especial agradecimiento a
Juan Ignacio “Nacho” Escario quien desde Madrid, España, permitió utilizar como
una de las fuentes del presente artículo la información de su página JockeySite.com.
* Nota originalmente publicada
en TAG - Todo a Ganador.
Marcelo Fébula
El triunfo de Phar Lap en el Agua Caliente Handicap de 1932. (bgardiner 2000)
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