lunes, 13 de octubre de 2014

Stud “Los Compañeros” (Uruguay)


Refuge con Hugo Costantino. Óleo de Ernesto Aguirre.

El stud “Los Compañeros” pasó de largo sus primeras cuatro décadas. En julio de 1970, su titular Miguel Aguirre Bayley, periodista charrúa, registró los colores en las oficinas del “Stud Book” del Jockey Club de Montevideo. Su diseño original: turquesa y oro a rayas horizontales, gorra negra lista turquesa. El stud “Los Compañeros” se asocia a Refuge, tordillo argentino hijo de Atlas y Nylanca. El más exitoso y el predilecto de Miguel. “Cuando oía mi saludo al llegar al stud de Fredy Trías en Maroñas, con sus manos en alto golpeteaba la puerta del box y empezaba a retozar. Es que nunca dejé de llevarle terrones de azúcar y zanahorias que desde la noche anterior le preparaba
especialmente en rodajas”, ha comentado Miguel en rueda de amigos. Invitamos a los lectores a compartir pasajes de esta pequeña historia de turf.

 
¿Por qué “Los Compañeros”?
Es el nombre de un filme clásico del director italiano Mario Monicelli estrenado en Uruguay el 3 de julio de 1964 en el otrora cine “Radio City”. El notable actor Marcello Mastroianni interpretaba a Senigallia, un pintoresco profesor de liceo idealista y solidario. Esa película me marcó hondamente y me planteé que mi stud se llamaría “Los Compañeros” y que el primer purasangre que tuviera o administrara, lo llamaría Senigallia.

En nota realizada al propietario del stud “Abutati”, su titular el periodista Luis Montañés decía que a instancia suya ha llevado a bendecir las chaquetillas antes de estrenarlas. ¿Cuál es la razón?
Somos grandes amigos con Luis, a quien los allegados más cercanos llamamos “El Catedrático”. Es cierto. Desde niño observé que muchos propietarios hacían bendecir la chaquetilla antes de estrenarla. Así supe que se trataba de una tradición transmitida por generaciones. Era una sana expresión de deseo, un acto de fe en salvaguarda de la integridad de los protagonistas en las pistas.

¿Cuál fue el primer caballo y la primera victoria?
El estreno de la chaquetilla con mis colores fue con una victoria inolvidable. Senigallia, un zaino hijo de Correggio y Chiquitona, fue el primero en correr. Debutó en Maroñas ganando el 24 de enero de 1971 con un dividendo de $ 14.60 por boleto a ganador. Lo cuidaba Julián Fernández en Las Piedras y lo condujo Elio Gómez. Los dos excelentes profesionales y buenos amigos míos. Éramos tres los propietarios de Senigallia: Mario Bianchini y Nelson Mutter, compañeros de trabajo, y yo, el titular del stud. 


Senigallia y Miguel.

Después...
Vino Refuge que también se inició en Maroñas con un triunfo el 7 de diciembre de 1980. Distinguido, tenía clase y era muy valiente en los finales bravos. Mi preferido. Era un “morito” hijo del fenomenal Atlas y Nylanca. Luego del debut, ganó seis carreras más en Maroñas. Las primeras cinco con Mario González y las dos restantes con Walter Báez, ambos jockeys de primer nivel, desde hace años entrenadores con gran suceso. Antes, había ganado en la recta de Palermo con Vilmar Sanguinetti por la caballeriza “Santa Isabel”, al cuidado de Domingo E. Pascual. En su campaña maroñense lo cuidó Fredy Trías, un fuera de serie y mejor persona. El propietario de Refuge era Carlos García Barbeito, un auténtico caballero, amigo y turfman argentino. Periódicamente viajaba a Montevideo para ver en acción al tordillo cuando corría en Maroñas. En sus diecisiete presentaciones maroñenses, logró 7 victorias, 3 segundos, 5 terceros y 1 cuarto. Sólo fracasó en el clásico “Sarandí” por imponderables.


Refuge en paseo preliminar.


El argentino Bregante corrió un “Ramírez” por el stud “Los Compañeros”. ¿Es así?
Sí, fue en el “José Pedro Ramírez” de 1980 que ganó el uruguayo The Last del “Coqueiro Verde”, con Walter Báez y al cuidado de Pablo Gelsi, sobre el argentino Tinto Barcelonés. Los dueños de Bregante eran amigos míos de La Plata y me hicieron el honor de que el hijo de Practicante actuara por “Los Compañeros”. Recuerdo que lo corrió Inocencio Gorrais, eficaz jockey platense y estimada persona.

¿Qué otros caballos que corrieron por “Los Compañeros”?
El 26 de diciembre de 1982 hizo su estreno El Grampa, cuyo nombre testimoniaba el afecto hacia Romeo Otero Bosque, un  buen amigo. El Grampa era un renegrido potrillo argentino hijo de Dalry y Right Bee. Y también ganó en el debut. Lo corrió Mario González y lo presentó Nelson Migues, quien entonces trabajaba junto a su padre, el inolvidable Albérico.


Debut triunfal de El Grampa con Mario González.


¿Y en el nuevo Maroñas?
Corrieron Sos Genial y Potri War, propiedad de mis ex compañeros de trabajo Ruben Darío Rodríguez, Alberto Menchaca y Pedro Polinger.  Con Sos Genial no pudimos ganar en Maroñas. Sólo un triunfo en Las Piedras con Juan J. Torres presentado por Adolfo Gutiérrez. Potri War, por su parte, al cuidado del “Mago” Sarandí Juanicó cumplió una aceptable campaña para sus posibilidades. Varias figuraciones y una victoria en Maroñas con Fernando Olivera; y dos en Las Piedras con el filetero paraguayo Alcides Coronel y Waldemar Maciel, respectivamente. 


Potri War gana conducido por Fernando Olivera.


¿Una carrera ganada por “Los Compañeros”?
En primer lugar, las victorias con Refuge. Después todos los triunfos del stud, en especial el primero con Senigallia en 1971.

¿Una derrota por “Los Compañeros?”
La experimentada por Refuge en el “Sarandí”. Para ese clásico vino Hugo Costantino, mi entrañable amigo y excepcional filetero argentino. Tanto Mario González como Walter Báez, quienes habían corrido a Refuge, ya tenían compromiso. Cuando largaron la carrera, Costantino estaba desestribado y colocándose los lentes. Refuge enfiló hacia el Palco Oficial y sólo la pericia de su jockey impidió una tragedia. Nació de nuevo... Nunca pasé tanta angustia. Quedó fuera de carrera, pero Refuge salió como disparado y tanto fue su esfuerzo por acortar distancias que echó sangre a raudales. Estábamos desconsolados... Fue una gran injusticia. En estos días nos encontramos con el “Pato Ilustre” en Buenos Aires y recordamos los buenos tiempos y también los desencantos.

¿Un cuidador?
Voy a opinar de los uruguayos de antes y elijo a tres, entre muchos notables: José María Ferro, el “Mariscal” José De Giuli y Pablo Gelsi.

¿Un jockey?
De niño, me deslumbraron Irineo Leguisamo y Juan Pedro Artigas. En las últimas décadas, Pablo Falero, embajador itinerante de lujo del turf uruguayo. Un fuera de serie.

¿Un caballo?
De los que vi, Yatasto fue el mejor. El más grande. Otros verdaderamente excepcionales fueron  Tatán y Mangangá. El brasileño Duplex, ganador del “José Pedro Ramírez” en Maroñas y del “Latinoamericano” en San Isidro, ambos en 1982, y otros clásicos Grupo I a nivel internacional, está entre los mejores. En estos años, Invasor se ha ganado un lugar preferencial en la historia por su formidable campaña de pistas en el exterior, después de consagrarse como el primer triplecoronado en Maroñas desde la reapertura. Un pingo sensacional. De los uruguayos, elijo a Aurreko, Sol de Noche, Chocón y en la actualidad al invicto Sir Fever, cuya notable e impar trayectoria clásica desde su estreno no tiene parangón en Maroñas. Hasta el momento, su campaña es asombrosamente similar a la realizada por Yatasto, el crack de todos los tiempos.

¿Y entre las hembras?
La argentina Vit Reina por lejos. La vi ganar el “Carlos Pellegrini” de 1965 en San Isidro y el “José Pedro Ramírez” del año siguiente en Maroñas, ambos clásicos en forma espectacular. Entre las uruguayas, a vía de ejemplo, señalo a Kumis de estupenda trayectoria clásica. A partir de la reapertura, las dos mejores radicadas en Ituzaingó han sido brasileñas: Necessaire, la de mejor campaña, y Magic Moon, invicta en Maroñas, incluidas dos victorias sobre la propia Necessaire. De las uruguayas destaco a Essa Fragancia, ganadora del “Selección” y el “Ciudad de Montevideo”, los dos clásicos Grupo I.

¿Un padrillo?
No es fácil la respuesta. A riesgo de omisiones involuntarias, voy a señalar corrientes de sangre que considero relevantes para el turf y elevage nacional en la segunda mitad del siglo pasado. Me refiero a las líneas de Congreve y Uranio; Castigo y Aurreko; Carapálida y Gabin; Hethersset y Heathen. En los últimos años, los criadores uruguayos han incorporado padrillos de nivel reconocido con resultados muy auspiciosos.

¿Caballos o yeguas?
Caballos.

¿Veloces, milleros o fondistas?
Fondistas.

¿En la punta o de atropellada?
No tengo preferencia. Depende de la característica del animal y del desarrollo de la carrera.

¿El viejo Maroñas o el remozado del siglo XXI?
En primer término, no deben compararse. Son épocas y tiempos diferentes. El “Viejo Maroñas” fue mi escuela de turf y constituye un auténtico legado por sus enseñanzas y vivencias a través de más de sesenta años de vinculación en distintas áreas. Allí hice grandes amistades y aprendí a querer y valorar esta importante “industria sin chimeneas”, fuente de trabajo de mano de obra calificada para decenas de miles de personas.
“Maroñas, siglo XXI” es un sueño hecho realidad. Es un hipódromo que mantiene inalterables su belleza y diseño arquitectónicos originales, que posee todos los adelantos que proporciona la tecnología moderna y ofrece comodidad para los protagonistas y para quienes concurren al espectáculo. Hoy las autoridades de H.R.U. (Hípica Rioplatense Uruguay) y las fuerzas sociales del turf y elevage nacional, están avanzando en sus gestiones ante la IFHA para que Uruguay, a través del Hipódromo Nacional de Maroñas, pase a integrar nuevamente el Tomo I del “International Cataloguing Standard Committee”.


Miguel y su preferido, Refuge, después de una de sus victorias.


Los Compañeros (I Compagni) es una película italiana de 1963. Director: Mario Monicelli. Guión: Mario Monicelli, Agenore Incrocci, Furio Scarpelli. Música: Carlo Rustichelli. Fotografía: Giuseppe Rotunno. Elenco: Marcello Mastroianni, Renato Salvatori, Annie Girardot, Folco Lulli, Gabriella Giorgelli, Bernard Blier, Raffaella Carrá. Una verdadera obra maestra del cine.

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