Refuge con Hugo Costantino. Óleo de Ernesto Aguirre.
El stud “Los Compañeros” pasó de
largo sus primeras cuatro décadas. En julio de 1970, su titular Miguel Aguirre Bayley,
periodista charrúa, registró los colores en las oficinas del “Stud Book” del
Jockey Club de Montevideo. Su diseño original: turquesa y oro a rayas
horizontales, gorra negra lista turquesa. El stud “Los Compañeros” se asocia a
Refuge, tordillo argentino hijo de Atlas y Nylanca. El más exitoso y el
predilecto de Miguel. “Cuando oía mi
saludo al llegar al stud de Fredy Trías en Maroñas, con sus manos en alto
golpeteaba la puerta del box y empezaba a retozar. Es que nunca dejé de
llevarle terrones de azúcar y zanahorias que desde la noche anterior le
preparaba
especialmente en rodajas”, ha comentado Miguel en rueda de amigos. Invitamos a los lectores a compartir pasajes de esta pequeña historia de turf.
especialmente en rodajas”, ha comentado Miguel en rueda de amigos. Invitamos a los lectores a compartir pasajes de esta pequeña historia de turf.
¿Por qué “Los Compañeros”?
Es el nombre de un filme clásico
del director italiano Mario Monicelli estrenado en Uruguay el 3 de julio de
1964 en el otrora cine “Radio City”. El notable actor Marcello Mastroianni
interpretaba a Senigallia, un pintoresco profesor de liceo idealista y
solidario. Esa película me marcó hondamente y me planteé que mi stud se
llamaría “Los Compañeros” y que el primer purasangre que tuviera o
administrara, lo llamaría Senigallia.
En nota realizada al propietario
del stud “Abutati”, su titular el periodista Luis Montañés decía que a
instancia suya ha llevado a bendecir las chaquetillas antes de estrenarlas.
¿Cuál es la razón?
Somos grandes amigos con Luis, a
quien los allegados más cercanos llamamos “El Catedrático”. Es cierto. Desde
niño observé que muchos propietarios hacían bendecir la chaquetilla antes de
estrenarla. Así supe que se trataba de una tradición transmitida por
generaciones. Era una sana expresión de deseo, un acto de fe en salvaguarda de
la integridad de los protagonistas en las pistas.
¿Cuál fue el primer caballo y la
primera victoria?
El estreno de la chaquetilla con
mis colores fue con una victoria inolvidable. Senigallia, un zaino hijo de
Correggio y Chiquitona, fue el primero en correr. Debutó en Maroñas ganando el
24 de enero de 1971 con un dividendo de $ 14.60 por boleto a ganador. Lo
cuidaba Julián Fernández en Las Piedras y lo condujo Elio Gómez. Los dos
excelentes profesionales y buenos amigos míos. Éramos tres los propietarios de
Senigallia: Mario Bianchini y Nelson Mutter, compañeros de trabajo, y yo, el
titular del stud.
Senigallia y Miguel.
Después...
Vino Refuge que también se inició
en Maroñas con un triunfo el 7 de diciembre de 1980. Distinguido, tenía clase y
era muy valiente en los finales bravos. Mi preferido. Era un “morito” hijo del
fenomenal Atlas y Nylanca. Luego del debut, ganó seis carreras más en Maroñas.
Las primeras cinco con Mario González y las dos restantes con Walter Báez,
ambos jockeys de primer nivel, desde hace años entrenadores con gran suceso. Antes,
había ganado en la recta de Palermo con Vilmar Sanguinetti por la caballeriza “Santa
Isabel”, al cuidado de Domingo E. Pascual. En su campaña maroñense lo cuidó
Fredy Trías, un fuera de serie y mejor persona. El propietario de Refuge era
Carlos García Barbeito, un auténtico caballero, amigo y turfman argentino.
Periódicamente viajaba a Montevideo para ver en acción al tordillo cuando
corría en Maroñas. En sus diecisiete presentaciones maroñenses, logró 7
victorias, 3 segundos, 5 terceros y 1 cuarto. Sólo fracasó en el clásico
“Sarandí” por imponderables.
Refuge en paseo preliminar.
El argentino Bregante corrió un
“Ramírez” por el stud “Los Compañeros”. ¿Es así?
Sí, fue en el “José Pedro
Ramírez” de 1980 que ganó el uruguayo The Last del “Coqueiro Verde”, con Walter
Báez y al cuidado de Pablo Gelsi, sobre el argentino Tinto Barcelonés. Los
dueños de Bregante eran amigos míos de La Plata y me hicieron el honor de que
el hijo de Practicante actuara por “Los Compañeros”. Recuerdo que lo corrió
Inocencio Gorrais, eficaz jockey platense y estimada persona.
¿Qué otros caballos que corrieron
por “Los Compañeros”?
El 26 de diciembre de 1982 hizo
su estreno El Grampa, cuyo nombre testimoniaba el afecto hacia Romeo Otero
Bosque, un buen amigo. El Grampa era un
renegrido potrillo argentino hijo de Dalry y Right Bee. Y también ganó en el
debut. Lo corrió Mario González y lo presentó Nelson Migues, quien entonces
trabajaba junto a su padre, el inolvidable Albérico.
Debut triunfal de El Grampa con Mario González.
¿Y en el nuevo Maroñas?
Corrieron Sos Genial y Potri War,
propiedad de mis ex compañeros de trabajo Ruben Darío Rodríguez, Alberto
Menchaca y Pedro Polinger. Con Sos
Genial no pudimos ganar en Maroñas. Sólo un triunfo en Las Piedras con Juan J.
Torres presentado por Adolfo Gutiérrez. Potri War, por su parte, al cuidado del
“Mago” Sarandí Juanicó cumplió una aceptable campaña para sus posibilidades.
Varias figuraciones y una victoria en Maroñas con Fernando Olivera; y dos en
Las Piedras con el filetero paraguayo Alcides Coronel y Waldemar Maciel,
respectivamente.
Potri War gana conducido por Fernando Olivera.
¿Una carrera ganada por “Los
Compañeros”?
En primer lugar, las victorias
con Refuge. Después todos los triunfos del stud, en especial el primero con
Senigallia en 1971.
¿Una derrota por “Los
Compañeros?”
La experimentada por Refuge en el
“Sarandí”. Para ese clásico vino Hugo Costantino, mi entrañable amigo y
excepcional filetero argentino. Tanto Mario González como Walter Báez, quienes
habían corrido a Refuge, ya tenían compromiso. Cuando largaron la carrera,
Costantino estaba desestribado y colocándose los lentes. Refuge enfiló hacia el
Palco Oficial y sólo la pericia de su jockey impidió una tragedia. Nació de
nuevo... Nunca pasé tanta angustia. Quedó fuera de carrera, pero Refuge salió
como disparado y tanto fue su esfuerzo por acortar distancias que echó sangre a
raudales. Estábamos desconsolados... Fue una gran injusticia. En estos días nos
encontramos con el “Pato Ilustre” en Buenos Aires y recordamos los buenos
tiempos y también los desencantos.
¿Un cuidador?
Voy a opinar de los uruguayos de
antes y elijo a tres, entre muchos notables: José María Ferro, el “Mariscal”
José De Giuli y Pablo Gelsi.
¿Un jockey?
De niño, me deslumbraron Irineo
Leguisamo y Juan Pedro Artigas. En las últimas décadas, Pablo Falero, embajador
itinerante de lujo del turf uruguayo. Un fuera de serie.
¿Un caballo?
De los que vi, Yatasto fue el
mejor. El más grande. Otros verdaderamente excepcionales fueron Tatán y Mangangá. El brasileño Duplex,
ganador del “José Pedro Ramírez” en Maroñas y del “Latinoamericano” en San
Isidro, ambos en 1982, y otros clásicos Grupo I a nivel internacional, está
entre los mejores. En estos años, Invasor se ha ganado un lugar preferencial en
la historia por su formidable campaña de pistas en el exterior, después de
consagrarse como el primer triplecoronado en Maroñas desde la reapertura. Un
pingo sensacional. De los uruguayos, elijo a Aurreko, Sol de Noche, Chocón y en
la actualidad al invicto Sir Fever, cuya notable e impar trayectoria clásica
desde su estreno no tiene parangón en Maroñas. Hasta el momento, su campaña es
asombrosamente similar a la realizada por Yatasto, el crack de todos los
tiempos.
¿Y entre las hembras?
La argentina Vit Reina por lejos.
La vi ganar el “Carlos Pellegrini” de 1965 en San Isidro y el “José Pedro
Ramírez” del año siguiente en Maroñas, ambos clásicos en forma espectacular.
Entre las uruguayas, a vía de ejemplo, señalo a Kumis de estupenda trayectoria
clásica. A partir de la reapertura, las dos mejores radicadas en Ituzaingó han
sido brasileñas: Necessaire, la de mejor campaña, y Magic Moon, invicta en
Maroñas, incluidas dos victorias sobre la propia Necessaire. De las uruguayas
destaco a Essa Fragancia, ganadora del “Selección” y el “Ciudad de Montevideo”,
los dos clásicos Grupo I.
¿Un padrillo?
No es fácil la respuesta. A
riesgo de omisiones involuntarias, voy a señalar corrientes de sangre que
considero relevantes para el turf y elevage nacional en la segunda mitad del
siglo pasado. Me refiero a las líneas de Congreve y Uranio; Castigo y Aurreko;
Carapálida y Gabin; Hethersset y Heathen. En los últimos años, los criadores
uruguayos han incorporado padrillos de nivel reconocido con resultados muy
auspiciosos.
¿Caballos o yeguas?
Caballos.
¿Veloces, milleros o fondistas?
Fondistas.
¿En la punta o de atropellada?
No tengo preferencia. Depende de
la característica del animal y del desarrollo de la carrera.
¿El viejo Maroñas o el remozado
del siglo XXI?
En primer término, no deben
compararse. Son épocas y tiempos diferentes. El “Viejo Maroñas” fue mi escuela
de turf y constituye un auténtico legado por sus enseñanzas y vivencias a
través de más de sesenta años de vinculación en distintas áreas. Allí hice
grandes amistades y aprendí a querer y valorar esta importante “industria sin
chimeneas”, fuente de trabajo de mano de obra calificada para decenas de miles
de personas.
“Maroñas, siglo XXI” es un sueño hecho
realidad. Es un hipódromo que mantiene inalterables su belleza y diseño
arquitectónicos originales, que posee todos los adelantos que proporciona la
tecnología moderna y ofrece comodidad para los protagonistas y para quienes
concurren al espectáculo. Hoy las autoridades de H.R.U. (Hípica Rioplatense
Uruguay) y las fuerzas sociales del turf y elevage nacional, están avanzando en
sus gestiones ante la IFHA para que Uruguay, a través del Hipódromo Nacional de
Maroñas, pase a integrar nuevamente el Tomo I del “International Cataloguing
Standard Committee”.
Los Compañeros (I Compagni) es una película italiana de 1963. Director: Mario Monicelli. Guión: Mario Monicelli, Agenore Incrocci, Furio Scarpelli. Música: Carlo Rustichelli. Fotografía: Giuseppe Rotunno. Elenco: Marcello Mastroianni, Renato Salvatori, Annie Girardot, Folco Lulli, Gabriella Giorgelli, Bernard Blier, Raffaella Carrá. Una verdadera obra maestra del cine.
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