SUEÑO CASUAL
por Nahuel Duhalde
Cuando era muy chico recuerdo ser fanático del fútbol,
mirando todos los domingos Fútbol de Primera; a mi papá nunca le gustó el
fútbol, pero el hecho que yo jugaba en un pequeño club lo fue acercando más y
empezamos a compartir mirando partidos juntos.
Mis papás estaban separados, cuando los domingos mi madre me
quería dejar con mi papá, muchas veces los escuchaba pelear por teléfono ya que
él le decía que no podía porque se iba al hipódromo; ahí se armaba la podrida,
mi mama le decía un montón de cosas, como "burrero de m...", y desde
entonces yo empezaba a odiar el turf bajo influencia de mi mamá.
Otro recuerdo es que mi viejo los martes o jueves después
del colegio me llevara al stud de Tito Bayardi. Yo jugaba con sus hijos al
fútbol en el medio de la pista, y a medida que fue pasando el tiempo le fui
agarrando el gustito al turf, empecé a compartir carreras con mi papá, le fui
preguntando cosas y me fue contando historias de su vida. Aclaro que siempre
con la revista Blanca, todos los miércoles, si la compraba un jueves era como
un delito. Fui creciendo y como a los 14 años ya opinábamos cosas juntos, la
mejor carrera que más recuerdo en toda mi vida fue el Pellegrini 1999, con
Asidero-Litigado, dos máquinas.
Mi papá se enfermó, cayó económicamente y tuvo que dejar de
trabajar; era viajante y tenía un boliche en Ramos Mejía (For Export), que por
cierto así se llaman sus colores, en su momento le iba bastante bien y llegó a
tener 10 caballos.
Mi gran sueño de adolescente era tener un caballo, que gane
y sacarme la foto con mi viejo, que por cierto se cumplió a medias con un
caballo de 5 años hijo de El Intocable madre Miss Topacio llamado Con Nahuel,
corrido por su amigo Walter Bárcena, entrenado en Bragado; un caballito, la
madre la tuvo mi papá arrendada, buena yegua, cuando terminó su campaña su
primo la llevó a su campo ya que era propiedad de él y le prometió que si tenía
un macho le iba a poner Nahuel (mi nombre). Así fue arrancando mi pasión.
En el año 2007, luego de una gran batalla y de enseñarme cómo
se le pone el pecho a la vida, mi papá falleció. Sentí que se me venia el mundo
abajo, estaba enojado con Dios, las carreras y la vida. Con sus cenizas hice lo
que él me pidió, tirarlas en el Hipódromo de Palermo y San Isidro. Con su
ausencia aprendí mucho, y siempre cuando tenía que actuar en alguna situación
pensaba qué me podía llegar a decir él.
Luego de idas y venidas laboralmente, en mayo del 2013 me
afianzo en lo laboral, un mes antes mi novia había quedado embarazada e iba a
ser papá. Por agosto del 2013 le pregunto a mi amigo Federico Iguacel
(compañero de la noche en nuestra soltería, amigo de día, 24 hs. hablando de
carreras por teléfono), siempre conmigo en las buenas y en las malas (en un
momento estuve mal de verdad y él siempre como buen amigo fiel al lado mío), si
tenía algún potrillo para entrar un pedacito y me ofreció dos, un hijo de
Casual Meeting y uno de Footstepsinthesand (años atrás le decía "un día el
padrillo va a dar un caballo bueno de verdad", siempre le decía lo mismo).
Fede me dijo "si querés entrá en el Casual que lo crié yo y me lo pagás
como podés". Así fue, y también era más económico.
Ya era propietario de mi primer caballo (una partecita) y
por diciembre del 2013, a punto de ser papá, un día me dice Mariano Iguacel
(hermano de Fede y entrenador), "tenés un caballo que sirve". Lo
anota 800 metros, dos días antes de la carrera me dice "malas noticias, no
va a correr porque tiene dolor en las cañas".
Marzo del 2014, debuta el potrillo en 1200 con pocas
partidas, bastante falto, entrando 3º muy cerca, a los pocos días vuelve a
correr y vuelve a entrar 3º pero sin la acción de la carrera anterior (le
saltaron sobrecañas). Lo quemaron y esperamos su recuperación. Reprisa en
agosto y gana fácil. Para resumir mi historia, hoy al 29 de diciembre lleva
ganadas 5 al hilo.
El pasado domingo ganó su primer Grupo 2, lo compartí con mi
mujer, mi hija (el día anterior cumplió su primer año de vida), primos y
amigos.
Al otro día disfruté el triunfo como nunca, me emocioné
mucho, me abrazaba con todos y no quería soltar a nadie en cada abrazo, me
acordé de mi papá que desde el cielo le pone rueditas al potrillo, nadie se
puede imaginar lo que yo daría para tenerlo a mi lado y compartir esto, a veces
dicen que Dios le da pan al que no tiene dientes, yo quiero decir que tengo la
dentadura completa y que a mi me dio una panificadora, con esto no me creo ni
más ni menos vivo que nadie, sólo que estoy muy feliz. Tengo una hija hermosa,
una mujer maravillosa, un amigo de fierro y un caballo Grupo 2, y hoy siendo
las 02:55 a.m. sin poder dormir quería compartirlo.
Por eso cuando decimos es un sueño hecho realidad, muchas
veces pensamos en las películas que nos venden los yanquis con final feliz.
Pero esta vez no, porque no fue un sueño casual sino que fue un Casual Dream.
muy buena gordooooooo
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