miércoles, 28 de enero de 2015

Inmoralidad o Delito

Estas reflexiones fueron realizadas por vía privada por el Dr. Mariano Fragueiro y las hago públicas dada su expreso consentimiento. Lopecito

Antes de referirme al hecho, objeto principal de estas líneas, me gustaría –solo a modo de ambientación o preámbulo-, recordar las razones por las cuales “Blood Money” se incorporó hacia fines del 2014 a la escudería de ejemplares del Stud Rubio B.

Guiados por el afán de obtener la estadística de caballerizas, adquirieron a ese ejemplar para ganar la competencia en el Hipódromo de la Plata, que les permitía doblegar a quien la lideraba por entonces.
Bastante pensé acerca de la conducta desarrollada por los responsables del rubio B, y debo confesar que por resultar inusual o extraña a la actividad, parecería un tanto agresiva -o para algunos probablemente desleal- ya sea que se realizara en perjuicio de un amigo, de un enemigo o de cualquier tercero interesado en un logro similar. Sin perjuicio de ello, creo que a muy pocas personas se les hubiese ocurrido realizar algo parecido en perjuicio de otro protagonista y en este caso nada menos que en contra del Stud Firmamento.

Pero como la justicia se administra de distintas formas, el designio divino o deportivo quiso poner orden y ello permitió que el Stud Firmamento volviera a ganar la estadística, ante el festejo silencioso de toda la actividad.

Las ambiciones en torno al buen caballo Blood Money no culminaron con el fracaso de la caballeriza que lo adquirió con el originario propósito de ganar la estadística. 



Todo indica que esta vez, merced a alguna influencia directa o encubierta, alguien logró que el interventor del Hipódromo de La Plata, funcionario que actualmente depende del candidato a Presidente Daniel Scioli, sorpresivamente lo nominara (aún habiendo llegado segundo en la competencia clasificatoria), para representar al Hipódromo de La Plata en el Gran Premio Latinoamericano a disputarse este año en Palermo.

Sin dudas, el hecho que el interventor haya seleccionado al ejemplar despóticamente, con arbitrariedad, en contra de todas las costumbres y por encima de la comisión de carreras, constituye un acto profundamente reprochable. 

Pero hay que preguntarse ¿la conducta del funcionario debería ser evaluada con mayor celo?
El Interventor del Hipódromo de la Plata es un funcionario público que depende jerárquicamente del responsable a cargo del Instituto de Lotería de la Provincia. Por su parte, no resulta un dato menor, que el caballo nominado defienda los colores del stud Rubio B, quienes -como todos sabemos- no solo tienen una gran participación en la actividad sino que además gravitan decisivamente en la explotación de los juegos de azar en la Argentina y en particular en el Hipódromo de Palermo, escenario en el cual casualmente se disputa el Premio Latinoamericano para el cual fue nominado autoritariamente el ejemplar en cuestión.
A los ojos del más desprevenido resulta extraña la nominación que realizara el funcionario -quien con anterioridad nunca lo había hecho-, y obviamente que lo haya hecho a favor de los propietarios que en definitiva fueron privilegiados.

Múltiples preguntas podríamos efectuarnos pero parece suficiente limitarnos sólo a dos:
¿El interventor decidió en la soledad de su escritorio nominar al ejemplar que no había ganado la competencia clasificatoria?  ¿Puede descartarse -a priori- que no haya sido por la influencia ejercida por los responsables del ejemplar?

Pareciera que la actividad tiene derecho a sospechar que nada bueno encierre la conducta del interventor del Hipódromo. 

Todo indica que no estamos ante otra avivada o sólo ante la cuestionable actitud de pretender ganar la estadística a cualquier costo económico.

La conducta descripta podría encontrar subordinación en un delito penal y nada impide que un juez compruebe e investigue si se trató de una negociación incompatible o  inclusive en otra conducta tipificada por la ley  (adviértase que el artículo 265 del Código Penal reprime con reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación especial perpetua, el funcionario público que, directamente, por persona interpuesta…, se interesare en miras de un beneficio propio o de un tercero, en una operación en que intervenga en razón de su cargo),.

En miras al futuro, también resulta desalentador que los funcionarios que intervinieron en éste hecho en la provincia puedan ser los mismos que resulten premiados en las próximas elecciones y terminen decidiendo otras cuestiones en el ámbito nacional, probablemente más trascendentes.
Es muy importante, que aquellos ocupan los distintos roles en el turf, tomen conciencia que tarde o temprano van a ser calificados por sus actos. Nadie exige acciones heroicas de parte de quienes mantienen en vida merced a quienes manejan la actividad, pero es importante que paulatinamente adopten una actitud objetiva pero crítica, ya que todo indica que el gran cambio puede standarizar la ansiada transparencia en el turf.

Nadie duda que Blood Money tenga suficientes aptitudes para obtener el cotejo jerárquico que le toque enfrentar. Lamentable es, que los actos de sus responsables hayan contribuido a tornar opinable sus futuros logros.

Por suerte PAPA INC, puso gracias a meritos propios y de sus responsables las cosas en su lugar. No necesita de la reparación de ninguna arbitrariedad o injusticia funcional.    

Pero lo ponderable de todo este episodio es una vez más la actitud firme y honesta del Dr. Héctor Silva y de los integrantes de la comisión que lo acompañaron, conducta digna de todos los elogios, que debe ser enormemente valorada por toda la actividad.

Mariano Fragueiro (*)

(*) El Dr. Fragueiro es abogado. Es criador y propietario de SPC.