miércoles, 18 de febrero de 2015

Dancing Brave





Pedigree
Campaña
Producción


     Con algunas monedas en el bolsillo y un encargo del saudí Khalid Abdullah, en 1984 James Delahookee se arrimó por las subastas de verano en Keeneland y eligió un potrillo hijo de Lyphard y Navajo Princess. Pagó por él 200.000 dólares. Pronosticadores de 1.10 dijeron que de aquella compra saldría una auténtica súper estrella para el cielo turfístico mundial, y no le erraron. El potrillo bautizado Dancing Brave llegaría a ser uno de los legendarios SPC del siglo XX en Europa.
     Lyphard, su padre, hijo del fenomenal padrillo canadiense Northern Dancer, que había paseado por las pistas su perfil de gran millero, como semental ya había dado algunos muy buenos ejemplares como Three Troikas (ganador del Arco del Triunfo 1979), o Dancing Maid (ganadora del Prix Vermeille). Su madre, Navajo Princess, era una ganadora de 8 carreras hija de Donner, un productor de 44 ganadores clásicos incluyendo a Lady Capulet, titular de las 1000 Guineas irlandesas. Dancing Brave no decepcionó las expectativas de semejante parentela. En 1986 llegó a ser considerado el mejor caballo del continente europeo, el primero desde Brigadier Gerard en conseguir todos los votos para consagrarse Mejor Caballo del Año. También fue el primer SPC de la historia en conquistar las 2000 Guineas, el Eclipse Stakes, el King George & Queen Elizabeth Diamond Stakes y el Prix de l'Arc de Triomphe, escapándosele el Derby de Epsom por lo que los especialistas definen como una mala decisión de su jockey.
     A diferencia de otros grandes ejemplares, cuya velocidad explota en la recta final, Dancing Brave solía ir en un crescendo constante desde el mismo pique hasta la línea de sentencia, pasando rivales como un avión. Además, quienes lo conocieron coinciden en describirlo como un animal de muy buen carácter. Su peón Billy Graham dijo que “era lo más noble y amistoso que pudo dar la naturaleza.” Un buenazo con una inalterable y permanente voluntad de ganar.

     Fue domado en los campos de Guy Harwood en Pulborough, y luego afrontó el riguroso programa de entrenamiento que le había sido diagramado por su cuidador. Debutó ganando el Dorking Stakes por 3 largos, para a continuación conquistar el Soham House Stakes, donde venció a creídos como Northern Amethyst y Lassagne, quedando al final de la temporada casi en un plano de igualdad con el ganador clásico Huntingdale en la valoración de los expertos. El entrenador Harwood esperaba confiado el futuro, maravillado con los entrenamientos matutinos de su pupilo, incluso cuando se mezclaba entre caballos mayores, y atento al cambio físico que iba experimentando.
     El debut como tres años, pese al duro lote de oponentes, también fue victoria. Allí vino quinto sin perder de vista el paso que marcaban Syllvene, Illuminer y Flyng Dancer, hasta que por los 400 fue dejándolos por el camino, llegando a la meta con cómodos 2 ½ cuerpos de ventaja. Así quedaba como claro favorito para las 2000 Guineas, carrera en la que enfrentaba al mencionado Huntingdale y al campeón millero Green Desert. Fue éste último quien asomó en punta faltando 600 metros, pero el liderazgo sólo le duró dos cuadras. Por los 400 pasó al frente Dancing Brave y puso tres cuerpos de ventaja sobre su digno rival. Ahora quedaba favorito 5-2 para la disputa del Derby de Epsom.
     En la gran carrera británica, los participantes se fueron acomodando con Nomrue en la punta seguido por Aracara, Miss Naas, Faraway Dancer, Vice-Chancellor y Shahrastani. Dancing Brave viajaba en antepenúltima posición, y ahí siguió hasta el último codo, a más de 12 largos del líder. Desembocados en la recta final, juntos fueron mejorando posiciones Swinburn y Shahrastani, quedando éste en la punta a falta de 400 metros. Starkey, el jockey de Dancing Brave, había comenzado a apurar a su dirigido en el comienzo del derecho, pero erró el cálculo. Si bien la aceleración de Dancing Brave se desató en forma impresionante (para muchos nunca vista, ya que marcó 11s20c los últimos 200), no le alcanzó para superar a Shahrastani, que finalmente consiguió aventajarlo por un pescuezo. Los diarios del lunes se poblaron de palabras intentando explicar la pérdida del invicto. Podían resumirse en un par de frases recurrentes: “Lo trajo muy atrás, vino demasiado lejos de la punta.”

     Apenas tres semanas después de la derrota debía enfrentar a un muy duro lote de rivales en el Eclipse Stakes. Entre ellos se destacaban Triptych (una campeona de múltiples victorias y placés en 18 GI disputados por distintas partes del mundo), Teleprompter (ganador del Arlington Million), Bold Arrangement (vencedor del Derby de Kentucky del año anterios), y otros bravos adversarios. La prueba fue punteada por Ground Harper, con Bold Arrangement marcándolo de cerca, Dancing Brave en quinto lugar y Tryptich en la cola del pelotón hasta entrar en la recta final. Allí Bold Arrangement tomó el liderazgo, y por los 400 fue claramente superado por Tryptich. Pero el que venía atacando por adentro era Dancing Brave, y cuando su jinete Starkey abrió la línea, se acabó la carrera. El hijo de Lyphard llegó al disco con 4 cuerpos de ventaja sobre la yegua. Mientras muchos cronistas trazaban comparaciones con la gran victoria de Mill Reef sobre Caro 15 años antes por el mismo margen, el entrenador Harwood reconocía que Dancing Brave era el mejor caballo que había entrenado a lo largo de toda su vida.
     En el King George VI & Queen Elizabeth Diamond Stakes, quien partió como favorito 11-10 fue Shahrastani, que venía de ganar por 8 cuerpos el Derby Irlandés. El segundo en las apuestas era Dancing Brave, y detrás se encolumnaban otros ejemplares con pretensiones como Tryptich, Shardari (Mejor Caballo Adulto 1986) o Petoski (ganador del King George en su edición anterior). Salieron a marcar el camino Bold Inn y Vouch Safe, con Dahistan, Shardari y Shahrastani detrás. Dancing Brave y Tryptich ocupaban las últimas posiciones. Ya en la recta final, primero dominó Dahistan en lucha con Shahrastani y luego, avanzando por adentro y a 250 metros del disco se recortó en ganancia Shardari dispuesto a aguantar la estocada de Dancing Brave, lanzado con todo al ataque por el jockey Pat Eddery. En antológico final, el hijo de Navajo Princess superó a Shardari, que era guapo sin cuentos y volvió a atacar. Al cabo prevaleció Dancing Brave por ¾ cuerpo, dejando a su otrora verdugo Shahrastani en séptimo lugar, 7 cuerpos atrás. Los expertos señalaban que, con excepción de Dahlia, ningún vencedor del King George lo había sido viniendo desde tan lejos. También dejaban puesto un interrogante sobre la performance del campeón en futuras pruebas que superaran los 2200 metros.
     Previo a la disputa del Arco del Triunfo, el pingo disputó el Goodwood Stakes. Vino en cuarto lugar durante todo el desarrollo y a partir de los 400 comenzó a enterrar rivales, otra vez con Starkey sobre la cruz. Ganó por 12 cuerpos y rompió el récord de la carrera.

     El Arco de ese año se promocionaba como el más duro desde el que ganara Sea Bird en 1965. No era para menos. Estaban Bering, ganador por 4 cuerpos del Prix du Jockey Club en tiempo récord, señalado como el mejor potrillo Francés de los últimos tiempos y considerado invencible por su jockey Gary Moore; el invicto campeón alemán Archenango, uno de los mejores ejemplares en la historia de su país; Shahrastani, titular del Derby de Epsom y del Irish Derby; Darara, ganadora del Prix Vermeille, y los duros adultos Shardari y Tryptich. Todos los grandes del momento en Europa se daban cita en una carrera que pintaba espectacular, con Dancing Brave partiendo como favorito 11-10.
     Largaron y Darara asomó al frente, seguida por Baby Turk, Nemain, Dahistan y Aracara. Recorridos los primeros 400, mejora posiciones el alemán Archenango y toma la punta Baby Turk. Dancing Brave y Bering viajan en el fondo del pelotón. La fila india conformada por Baby Turk, Nemain, Archenango, Darara, Shahrastani y Shardari comienza a romperse cuando los competidores van buscando su lugar para el ataque entrando en la recta final. Ya están en el derecho y Baby Turk sigue punteando mientras Nemain no le pierde pisada, Shahrastani mejora por línea interna y Shardari también se arrima. Cuando muchos gritos valen para ganar, Dancing Brave aún permanece antepenúltimo y tiene un murallón de once grandes caballos de carrera que lo preceden. A 250 metros del disco la pista parece una carrera de 100 metros llanos. Shardari toma el comando, Bering mejora con firmeza y, encontrando el hueco, Pat Eddery exige la máxima acción de su dirigido y comienza a progresar en un final sin precedentes en la historia del Arco. Dancing Brave pareció volar sobre sus rivales, tanto que cruzó la línea con 1 ½ cuerpos de ventaja sobre Bering marcando increíbles 10s80c para los últimos 200, un parcial nunca visto en el clásico francés. Sin discusiones, ya tenía ganado su lugar junto a otros grandes de la historia del turf europeo como Sea Bird, Ribot, Mill Reef, Brigadier Gerard o Nijinsky. Lo había logrado con una espectacular victoria que tal vez ninguno de ellos igualaba. En su tierra lo recibieron como a un auténtico héroe.

     Cuando viajó a Estados Unidos para disputar la Breeder´s Cup, muchos hinchas se preguntaban no si podría ganar, sino por cuántos cuerpos lo haría. Pero un ojo lesionado, el cambio de superficie, las curvas desconocidas, el gran viaje y la dura temporada recorrida fueron demasiado para Dancing Brave. Arribó cuarto detrás de Manila, Theatrical y Estrapade. No era el mejor de los finales para un ejemplar de su talla. Fue retirado al Dalham Stud de Inglaterra por 14 millones de libras esterlinas, para posteriormente ser exportado a Japón, donde enfermó gravemente y murió en 1999. Como semental, produjo entre otros al ganador del Derby de Epsom Commander In Chief, a la vencedora del Irish Oaks Wemyss Bight, y al ganador del Derby italiano White Muzzle.
     Dice nuestro contacto en Europa, el jockey español y gran conocedor del turf europeo Juan Ignacio “Nacho” Escario; “En mi opinión, así como en la de muchos entendidos, sólo Mill Reef, Sea Bird y Ribot podrían valorarse por encima de él como mejor caballo de media distancia en Europa. (…) A los aficionados a las carreras nos será complicado volver a ver un ejemplar como Dancing Brave nuevamente. Fue un caballo de los que sólo aparecen una vez en la vida.”
Marcelo Fébula.