sábado, 30 de mayo de 2015

El caso Linda Vaga Key


El pasado miércoles 27/5 publiqué una nota referida al abandono de los restos de la potranca Linda Vaga Key, haciéndome eco de una noticia difundida en Facebook por el Sr. Eduardo Cappannini. Allí preguntaba dónde estaban el propietario y el entrenador, y los responsabilizaba junto al hipódromo por ese abandono.
Ayer se comunicaron conmigo los señores Alfredo Camogli y Diego Peña para expresarse al respecto.


El Sr. Camogli no utiliza las redes sociales. Al viejo estilo, prefiere el diálogo cara a cara o las comunicaciones dentro del ámbito privado. Confía en la hombría de bien del redactor de la nota para que públicamente aclare lo que él considera un informe carente de veracidad. Respetando ese estilo, nuestros diálogos vía correo electrónico no serán publicados pese a que estoy seguro aportarían mucho a los interesados en el tema.
El titular de El Alfalfar no estaba en el hipódromo el día del accidente, fue informado de los acontecimientos en forma telefónica. Al leer la nota publicada en nuestro blog seis días después, de inmediato y por intermedio del entrenador Diego Peña se comunicó con autoridades del hipódromo manifestando su enojo y pidiendo explicaciones por lo que le parecía una barbaridad. Le informaron que el cuerpo de la potranca había sido retirado el mismo día del accidente por intermedio de la empresa E-SUR (recolectora de residuos en la ciudad de la Plata).
Con esta información el Sr. Camogli confirmó el procedimiento que conocía al haber sido miembro de la CC de Palermo: por disposiciones sanitarias de SENASA, quien se encarga del traslado de un animal muerto y determina su destino es el hipódromo. También, en función de lo que le informaron, concluyó que la nota publicada era totalmente falsa y constituía una denuncia absurda. Para él, quien dijo ver una jauría de perros devorando un caballo estaba en un error, o en todo caso los había visto sobre el cuerpo de un animal que no era Linda Vaga Key.

También me contactó el entrenador responsable de los caballos del Stud El Alfalfar, Sr. Diego Peña, quien me dio su versión de los hechos. El día martes 21 dos peones y un asistente de su confianza viajaron desde San Isidro al hipódromo de La Plata con las tres potrancas del stud que participarían en la tercera carrera. Luego de ensillar (tarea que no delega en terceros) y mientras esperaba la largada, el Sr Peña recibe un llamado desde la Comisión de Carreras. Se le informa que una de sus pupilas habría tenido un accidente, sin mayores detalles. Es llevado hasta las gateras en una camioneta del hipódromo y al llegar al lugar se encuentra con Linda Vaga Key agonizando y los veterinarios pidiéndole autorización para sacrificarla. Llama al propietario para comunicarle los hechos (este preciso momento está documentado en una fotografía del sitio Pura Hípica) mientras se larga la carrera, que no ve por estar junto a la yegua accidentada. Ya con el permiso del Sr. Camogli, firma la autorización para sacrificarla y se queda junto al peón esperando el final. Cuando se retiran del lugar se enteran que otra de las representantes del stud, Salsa Brava Key, había ganado la carrera.
Seis días después se presenta en la Comisión de Carreras para pedir explicaciones sobre lo sucedido con el cuerpo de la potranca a raíz de la nota publicada en Los Pingos de Todos. Allí se le informa que la empresa E-SUR había retirado el cuerpo el mismo día del accidente.
El Sr. Peña también me señala que el testimonio en que se basa la nota puede ser el de una persona que seguramente vio otro animal y no a su yegua, con la que estuvo hasta último momento. Y me pide que aclare las cosas por el buen nombre de los propietarios y el suyo propio.


No me quedan dudas sobre el proceder que tuvieron propietario y entrenador. Pero por otro lado me siguen llegando versiones que confirman que el cuerpo abandonado en el Caracol durante una semana era el de la potranca de El Alfalfar, que fue retirado del lugar ayer por la mañana.
No voy a revelar el nombre de quienes que me aseguran estas cosas. Tal vez sea un temor infundado, pero temo que alguien pueda tomar represalias contra ellos de alguna forma.
Como he dicho, no dudo de las palabras de propietario y entrenador, pero también creo en lo que me cuentan personas que en algunos casos conozco y son de extrema confianza. Y no hay contradicción en esto, ya que los primeros confían de buena fe en lo que les han informado pero no asistieron al traslado del animal. Teniendo en cuenta la cantidad de irregularidades que a diario trascienden sobre el escenario sureño, empiezo a pensar en que tal vez el hipódromo no está brindando una información exacta acerca del día en que se retiró el cuerpo de Linda Vaga Key, pero no tengo ningún elemento para probarlo.
Al mismo tiempo me da vueltas en la cabeza eso de que quien consignó la noticia en realidad no había visto los perros, o los vio pero alimentándose del cadáver de otro animal que no era Linda Vaga Key. ¿Cómo es eso? ¿Acaso suele haber en ese lugar otros animales muertos a merced de los cimarrones?
Acabo de llamar a un querido amigo platense muy informado sobre el del turf en Los Eucaliptos. Para él no hay nada sorprendente en la historia: “El martes me comentaron que había no menos de tres caballos muertos en el lugar, algunos semitapados con tierra. Incluso me invitaron para que fuera a sacar fotos si estaba dispuesto a hacer una denuncia”.
Evidentemente, el investigar sobre lo sucedido con los restos de la potranca de El Alfalfar nos pone ante una puerta tenebrosa, que da miedo abrir.
Como dije líneas arriba, sospecho que el hipódromo no está brindando información exacta, pero por el momento no tengo elementos para probarlo. Pasé horas enteras discando los teléfonos de la empresa recolectora de residuos E-SUR en búsqueda de información, pero no atiende nadie, y envié correos electrónicos que no fueron contestados.
Entonces, mientras no pueda progresar en la investigación y apoyar con pruebas el testimonio original, tengo que aceptar que se obró en tiempo y forma. Pero el tema no está cerrado.


Ahora quiero hablar de algo que molestó mucho a los señores Camogli y Peña: mis dudas sobre el cariño que puedan tenerle a los caballos. Antes subrayo que ni en la nota original ni en ésta pongo en tela de juicio la trayectoria como criador del Sr. Camogli ni la entidad como entrenador del Sr. Peña, sólo creo que tenemos marcadas diferencias cuando hablamos de ese punto.
En realidad esas dudas son las que he tenido siempre. No entiendo cómo en el documento de venta de Yatasto no hubo una cláusula para que volviera al país una vez terminada su vida de padrillo, cómo el Triple Corona Gobernado terminó sus días como animal de trabajo en Remonta y Veterinaria, cómo grandes plantaciones de soja arrasaron cementerios equinos, cómo Storm Mayor quedó preso y olvidado después de ganar dos Pellegrini, cómo se llega a ignorar cuándo y dónde mueren ejemplares que colmaron de satisfacciones a sus dueños. El tipo de amor por el caballo que sintieron los propietarios de esos ejemplares y muchos otros es algo que nunca terminaré de entender.
Por eso el caso Linda Vaga Key para mí es más de lo mismo. Supongamos que el hipódromo procedió correctamente y con celeridad, y que el espeluznante escenario de la jauría de perros en realidad nunca sucedió. Ahora que conozco las versiones de propietario y entrenador, mi impresión es que ambos tuvieron una conducta irreprochable desde lo usual, desde lo que se acostumbra hacer en estos casos. El titular del stud autoriza un sacrificio por una lesión gravísima y el entrenador acompaña al animal hasta el último momento de vida. Después el hipódromo dispone del cuerpo y el mismo parte con rumbo desconocido. Eso parece ser lo usual, ¿no? Bueno señores, entonces lo usual me parece muy desagradable e ingrato, porque se toma como algo normal que los restos de un caballo de carrera partan con rumbo desconocido. ¿Adónde van? ¿A alimentar animales de un circo, de un zoológico, a un frigorífico, dónde? Los propietarios de ejemplares que deben ser sacrificados, ¿no sienten ni siquiera un poco de curiosidad por el destino de esos restos que hasta hace un rato eran un ser vivo que les defendía los intereses? ¿No tienen un lugarcito en el campo para que descansen? ¿Es muy oneroso cambiar estas prácticas acostumbradas? Parecen preguntas para la gente de El Alfalfar, pero en realidad no están dirigidas a ellos en particular sino a todos los que ante idéntica situación siguen ese camino usual.


Para terminar, pido disculpas a los señores Camogli y Peña si se han sentido ofendidos por conceptos de la nota original, o de ésta misma. Creo que pese a las diferencias hemos discutido de buena fe en nuestras comunicaciones. Yo seguiré creyendo que las cosas pueden hacerse de otra forma ante la desgracia de un ejemplar que muere en un accidente, y seguiré teniendo una opinión distinta respecto del alcance que tiene el amor por un caballo.
Lamento no poder aportar por ahora más datos que aclaren lo sucedido con el cuerpo de Linda Vaga Key. Ella ya se fue para el cielo de los caballos, pero las terribles sospechas sobre lo que sucede en La Plata con los ejemplares accidentados merecen ser investigadas, y en eso estamos.

Marcelo Fébula



Cobertura en la página Pura Hípica de la tercera carrera del 21/5


Sobre lo escrito por Marcelo Fébula

Me gustaría aclarar que no conozco personalmente ni al Sr.Peña ni al Sr. Camogli aunque con este último he cruzado mails en algunas oportunidades siempre con el mayor de los respetos.  

No puedo menos que salvaguardar el buen nombre y honor de las personas aludidas. Si en algún momento pudieron sentirse agraviados, como máximo responsable de este sitio, me uno a las disculpas expresadas por mi compañero y amigo Marcelo Fébula y creo seguramente sabrán comprender desde el grado de indignación que la nota que nos ocupa fue escrita. 

Tambien veo necesario reflejar que el animal aludido haya sido la malograda yegua de El Alfalfar o cualquier otro es mas que evidente que el hecho que denunció el Sr. Eduardo Cappannini existió y es igualmente aberrante e injustificable. 

También concuerdo con Fébula que aceptar que una empresa recolectora levante los restos de estos animales como la finalización normal de un hecho a todas luces lamentable no es algo que como burrero creo pueda digerir ni hoy ni nunca. 

Podrá ser un procedimiento habitual pero desde mi concepción de vida es altamente inmoral, aunque aclaro que de ningún modo estoy poniendo en tela de juicio la moralidad de persona alguna.

Los Pingos de Todos queda a completa disposición de cualquiera de los que se hayan sentido involucrados para publicar lo que consideren conveniente con total y absoluta libertad.


Lopecito

2 comentarios:

  1. Me parece perfecto de las dos partes salvo dos cosas,que creo que es cierto que Peña se quedo hasta el final pero despues no supo como termino la cosa y si escribis una nota asi averigua hasta el final queda medio turbio me dicen, no puedo decir quien,es cierto que tomen represarias con ellos pero agarra un telefono y filma si te invitaron a llevarte otra es el Sr Camogli puede pagar los gastos y creo que muchos propietarios no pueden apenas bancas sus caballos y digo que hacen con esos animalesno tengo dudas que terminan siendo comidas de animales de circo..es un tema largo y muy interesante con lo que podes averiguar vos y con la ayuda de Camogli van a llegar a buen termino son personas de bien los saludos esperando una nota con el tema solucionado

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  2. puse anonimo por que no secomo se hace Soy Jorge Rodriguez dni 13529863 te 43749401

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