martes, 28 de octubre de 2014

Plumas burreras - Sobre Héroes y Tumbas...

Es un gran honor para Los Pingos de Todos sumar a nuestra sección “Plumas Burreras” a un amigo tan querido y admirado como Miguel López Biza.
Miguel. El de aquellas Cartas Olvidadas que traía el mozo Fortunato, el que camina por la huella de Carlos Nalé, Triple Erre y Osvaldo Ardizzone. El que, como Troilo, nunca se fue porque siempre está llegando.
Bienvenido, alma de humo…
Marcelo Fébula

Aquella mañana del 2005 despuntaba el vicio en la sección carreras de Clarín y me detuve en la reseña sobre la sorpresiva muerte de Vital Class de la que había sido desgraciado testigo el día anterior. De cara al diario, las lágrimas que brotaban de mis ojos daban cuenta que aquella no sería una crónica más pues jamás pude olvidarla. 
Para mí el turf es pasión descarnada y Lopez Biza, en pocos renglones, me había dejado en carne viva. 
Lopecito





Texto publicado el Domingo 2 de Octubre de 2005 en la Sección Carreras del diario Clarín.

Vital Class, crack de la recta, ganó el Clásico Cyllene y pasando el disco cayó muerto.
"Sobre Héroes y Tumbas..."

     Nada, absolutamente nada, y menos después de una tarde iluminada por soles sobrenaturales, hacía presagiar ayer que una noche apenas en pañales mutaría de golpe en una sombra de dolorosa negritud en todo el ámbito del Hipódromo de San Isidro, como suele ser la muerte cuando se presenta sin anunciarse con ese misterioso y cruel disfraz de una invencible derrota, aunque se trate de la vida animal.
     Y del mismo modo que del claro al oscuro, así mutaron también los aplausos y gritos de la gran mayoría de la gente en un silencio preñado de asombro, incredulidad, estupor, cuando la hidalga figura de un crack de la recta como Vital Class cayó fulminado, con el corazón y su furia deshilachados, muerto, después de cruzar el disco y de haber logrado otra victoria espectacular en el Clásico Cyllene, la última de una impecable campaña que, por pura paradoja, pasará a la historia por un final de luto.
     Si hasta resulta una rara mezcla de sensaciones una crónica de esta naturaleza, y más allá de lo anecdótico que lo sucedido ayer sea prácticamente inédito en la historia del turf nacional, al menos en cuanto los registros estadísticos sobre caballos campeones. ¿Cómo hablar entonces, casi en presente y pasado al mismo tiempo, sobre un noble pura sangre de carrera, su triunfo y su muerte?
     Porque Vital Class hasta ayer era eso, un caballo noble, de gran calidad. Y ayer mismo, unos segundos después de cruzar la meta y caer en un abismo impiadoso, el verbo debe cambiar por lo que el notable velocista Vital Class fue...
     La redonda de los vencedores quedó vacía. El público, en un silencio indecible. La gente del stud Emi y Eva, los colores de Vital Class, sólo abrazada en llantos. Pero la función debió continuar...

Miguel López Biza




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